El dueño de Tesla, Elon Musk, pasó de "amar" a Donald Trump a acusarlo de pedofilia, incluso después de invertir más de un cuarto de millón de dólares para su triunfo electoral, que ahora le reprocha como propio al republicano.
Ciudad de México, 7 de junio (SinEmbargo).– Esta es la historia de dos empresarios: uno, Donald Trump, fue condenado por 34 delitos, pero aún así consiguió reelegirse como Presidente de Estados Unidos. El otro, Elon Musk, financió una buena parte de su campaña, y encabezó en el gabinete del primero una serie de recortes masivos al Gobierno mientras mantenía el control de empresas –como Tesla y SpaceX– que recibían exenciones de impuestos o directamente beneficios gubernamentales.
Ambos eran amigos, por conveniencia o por convicción. Se mostraban amor en público, presumían el uno del otro y de sus empresas. Incluso Musk tenía una oficina en el ala oeste de la Casa Blanca, donde las decisiones reales se toman a diario. A Trump incluso se lo podía ver con uno de los hijos más pequeños de Elon conviviendo más de una vez, en y fuera de Washington. Ahora, su relación se ha roto de forma espectacular: en público, frente al mundo entero.
¿Cómo llegaron a ese punto?
Elon se suma a la campaña de Donald
Todo comenzó formalmente el 13 de julio de 2024. Minutos después del intento de asesinato contra el entonces expresidente Trump, quien buscaba volver a la Casa Blanca después de su mandato de 2017-2021, Musk publicó en Twitter: "Respaldo plenamente al Presidente Trump y espero su rápida recuperación".
Fue la primera vez que se mostró como simpatizante del republicano. Atrás quedaron sus críticas de la campaña de 2016, cuando apoyó las propuestas de la demócrata Hillary Clinton, rival de Trump, y aseguró que Donald no era "la persona adecuada", en una entrevista con la televisora especializada en economía CNBC. "No parece tener el carácter que da buena imagen a Estados Unidos", dijo en aquel momento.
Am departing presidential councils. Climate change is real. Leaving Paris is not good for America or the world.
— Elon Musk (@elonmusk) June 1, 2017
I fully endorse President Trump and hope for his rapid recovery pic.twitter.com/ZdxkF63EqF
— Elon Musk (@elonmusk) July 13, 2024
Sin embargo, tras el inesperado triunfo de Trump, el dueño de Tesla se unió a un consejo de asesores económicos del republicano. Meses después, sin tener realmente una participación activa ni cercana a la primera administración, renunció por la salida de EU del Acuerdo de París. "El cambio climático es real. Abandonar París no es bueno ni para Estados Unidos ni para el mundo", tuiteó Musk en junio de 2017.
Sin embargo, el paso de los años radicalizó no solamente a miles de seguidores trumpistas, sino incluso a muchos escépticos: también ocurrió con Elon, que desde entonces se ha movido de una postura liberal –incluso Tesla presumía ser una empresa que apoyaba los derechos de la comunidad LGBTQ+– a una mucho más radical de derecha, apoyando al partido de ultraderecha en Alemania y realizando el saludo nazi el día del retorno de Trump a la Casa Blanca en enero de 2025.
Trump nombra a Musk en su gabinete para recortar el gasto
Con el apoyo público de Musk, Trump volvió al sitio del intento del asesinato para un nuevo mitin, donde los empresarios aparecieron juntos. Elon promovió a Donald en una entrevista en vivo a través de Twitter. "Si no se registran para votar, podrían ser las últimas elecciones", dijo entonces el fundador de SpaceX, sin ningún argumento para respaldar sus dichos.
De acuerdo con la Comisión Federal Electoral de EU, Musk gastó alrededor de 270 y 290 millones de dólares en la campaña de Trump, además del apoyo a otras campañas para el Congreso y a nivel local en estados claves donde se jugaba la elección ante Kamala Harris, la candidata de emergencia que eligieron los demócratas tras el declive del Presidente Joe Biden tanto en las encuestas como en su propio partido y, sobre todo, en cuestiones físicas y mentales.
Musk incluso llegó a "regalar" cheques por un millón de dólares a quienes asistieran a mitines trumpistas en estados claves a cambio de que se comprometieran a votar por los candidatos y candidatas republicanos.
Los beneficios se notaron inmediatamente: en los días posteriores a la elección, Musk tuvo acceso ilimitado al entonces Presidente Electo, y tenía tanta influencia que incluso participó en llamadas tan importantes como aquella de Trump con el Presidente ucraniano Volodímir Zelenski, para discutir el tema de la guerra con Rusia.
Una semana después, Trump anunció a Musk, junto al republicano Vivek Ramaswamy, como los nuevos secretarios del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), de nueva creación, donde Musk –porque Ramaswamy se retiró poco después para participar en una elección a Gobernador de Ohio– llevó a cabo sus deseados recortes de presupuesto por "trillones de dólares".
"Desmantelarán la burocracia gubernamental y eliminarán el exceso de regulaciones, reducirán gastos innecesarios y reestructurarán las agencias federales", presumió Trump. Las quejas no se hicieron esperar, ya que había denuncias por conflictos de interés entre las compañías de Musk –sobre todo Tesla y SpaceX– que recibían y reciben millones en exenciones de impuestos, así como financiamiento público, ya que por ejemplo la NASA tiene un acuerdo con la compañía espacial para múltiples misiones en el espacio exterior.
Entre los recortes más polémicos de Musk al frente de DOGE estuvieron millones de dólares dedicados a la investigación científica, la desaparición de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, clave tras la crisis económica de 2008 y cuya caída los empresarios celebraron; y también el cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), dedicado a financiar apoyos económicos, así como alimentos y atención médica, a personas y organizaciones de otros países.
Sin embargo, de acuerdo con el sitio Politifact, que se dedica a aclarar los dichos de políticos y funcionarios de Gobierno, el DOGE recortó unos 8.6 mil millones de dólares, o un 0.1 por ciento del presupuesto federal de 2024, y no los millones de millones que Musk había dicho llevaría a cabo.
Las aventuras de Musk y Trump en la Casa Blanca
En sus cuatro meses y medio en la Casa Blanca, Musk y Trump se mostraron muy cercanos, incluso desde el inicio. El nacido en Sudáfrica asistió como invitao especial de la familia presidencial a la Inauguración del nuevo mandato de Trump, donde apareció con otros empresarios de Silicon Valley, incluidos Jeff Bezos, Mark Zuckerbeg y Sundar Pichai.
A partir de entonces, se lo veía en los pasillos del Ala Oeste, donde se ubica la Oficina Oval del Presidente y los cubículos de sus principales asesores y funcionarios federales. Ahí, Musk se mostró con su hijo "X" para una conferencia de prensa junto a Trump, incluso a un lado del mandatario.
Tanto Trump como "X" han sido grabados en distintas ocasiones: abordando el helicóptero presidencial, en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, junto a Musk en distintos viajes dentro y fuera de EU, como si fuera un nieto del republicano.
En febrero, Musk incluso estuvo presente en la primera reunión de todo el gabinete con Trump, como titular de DOGE. La amistad –y los conflictos de interés– sólo crecieron en estos meses. Trump asistió a un evento de SpaceX en noviembre, como Presidente Electo, y ya en la Casa Blanca presumió el nuevo modelo de Tesla ante ataques que habían sufrido sus automóviles.
Fue en esos días soleados en que Musk tuiteó: "Amo a @realDonaldTrump tanto como un hombre heterosexual puede amar a otro hombre". Su mensaje fue carne de memes, pero refleja la relación que permeaba en Washington.
I love @realDonaldTrump as much as a straight man can love another man
— Elon Musk (@elonmusk) February 7, 2025
La "amistosa" despedida
Pero la Casa Blanca empezó a mostrar grietas pronto. "Me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gasto, francamente, aumenta el déficit presupuestario, no solo lo reduce, y socava el trabajo que está haciendo el equipo de DOGE". Con esa frase de Musk en una entrevista con la cadena CBS el 27 de mayo, comenzó la primera crítica abierta del empresario contra la "gran y bella" reforma que propuso Trump, enfocada sobre todo en reducir los impuestos a los millonarios, una de sus promesas de campaña. “Un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso”, dijo Musk. “Pero no sé si puede ser ambas cosas", reviró Elon.
Un día después, el 28 de mayo, Musk publica en Twitter su despedida del gabinete. "A medida que mi periodo programado como Empleado Especial del Gobierno llega a su fin, me gustaría agradecer al Presidente Trump por la oportunidad de reducir el gasto innecesario. La misión DOGE sólo se fortalecerá con el tiempo a medida que se convierta en una forma de vida en todo el gobierno".
En una breve conferencia de prensa desde el Despacho Oval, y con el ojo morado, Musk declaró que DOGE "se fortalecerá con el tiempo" y ya sin su presencia. Presumió un recorte de 175 mil millones de dólares, por debajo de "los billones" prometidos. La despedida fue cordial, pero el ambiente era tenso.
"El mallugón en el ojo fue por jugar con X", respondió. "¿Fue X? No sabía que X podía hacer eso", dijo Trump, sobre el hijo de su hasta entonces asesor. Elon detalló que su hijo le pegó un puñetazo y eso provocó la marca que la prensa especuló con un golpe de otro funcionario del gabinete de Trump. El Presidente fue elogioso de Musk, y dijo que buscaba continuar con su amistad y con su consejo.
Pero, después de su errática aparición final en la Casa Blanca pocas horas antes, se publicó un texto en The New York Times sobre el consumo de estupefacientes de Musk durante su estancia en la capital estadounidense: el reportaje afirma que Elon "tomaba tanta ketamina, un potente anestésico, que le estaba afectando la vejiga, un efecto conocido del consumo crónico", además de éxtasis y hongos psicodélicos, así como Adderall, un fuerte estimulante.
El show del rompimiento
Esta semana, las diferencias se ahondaron hasta provocar un terremoto político en Washington el jueves. Pero días antes Musk mostró aún mayor oposición a la legislación propuesta por Trump, que pasó en la Cámara de Representantes pero está siendo discutida en el Senado.
"Lo siento, pero ya no lo soporto. Este proyecto de ley de gastos del Congreso, masivo, escandaloso y desmesurado, es una abominación repugnante", escribió el empresario. "Debería darles vergüenza a quienes votaron a favor: saben que hicieron mal. Lo saben". Luego, dijo que el proyecto "aumentaría enormemente" el déficit federal. El miércoles incluso propuso "matar esta legislación".
I’m sorry, but I just can’t stand it anymore.
This massive, outrageous, pork-filled Congressional spending bill is a disgusting abomination.
Shame on those who voted for it: you know you did wrong. You know it.
— Elon Musk (@elonmusk) June 3, 2025
Todo ello llevó al jueves 5 de junio. Musk siguió con su campaña y Trump respondió. Todo, frente al público de las redes sociales de las que cada uno es dueño: X, antes Twitter, y Truth Social. El Presidente de EU incluso usó su conferencia de prensa conjunta con el Canciller alemán Friedrich Merz para cuestionar a Elon, su antiguo amigo, asesor y financiador.
La discusión llegó a acusaciones directas entre ambos, pero sobre todo de Musk. “Es hora de lanzar la gran bomba: Donald Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. ¡Que tengas un buen día, DJT!”, escribió Musk en X.
El pedófilo millonario Jeffrey Epstein fue condenado en 2008 por aprovecharse de la prostitución a menores de edad para enganchar personalidades de la política y luego fue hallado (sospechosamente) muerto en agosto de 2019 en su celda de una prisión de alta seguridad.
Time to drop the really big bomb:@realDonaldTrump is in the Epstein files. That is the real reason they have not been made public.
Have a nice day, DJT!
— Elon Musk (@elonmusk) June 5, 2025
Las acciones de Tesla cayeron este jueves 14 por ciento, luego de que Trump amenazó con retirar los contratos gubernamentales a las empresas de su CEO y excolaborador de la Casa Blanca. El republicano afirmó que su oposición al proyecto de Ley se debía a la reducción de los créditos fiscales para vehículos eléctricos que incluía la medida.
“Sin mí", reviró Musk, en vivo, a lo largo de la tarde, "Trump habría perdido las elecciones, los demócratas controlarían la Cámara de Representantes y los republicanos tendrían 51-49 en el Senado". “Qué ingratitud”, añadió, atribuyéndose el mérito de la elección de Trump.